Bandera China |
Aterrizamos en Nanning con la sensación de dejar atrás parte
de mi vida. China, como siempre, me ha cautivado. Si me preguntan por qué, la
verdad es que no sabría explicarme, simplemente me deja un sabor a añoranza y
ganas de conocerla más a fondo cada vez que tengo que marcharme. Han sido casi
2 meses de frenético viaje por su territorio, conociendo su cultura y
empapándonos de su gente, su olor, sus sabores y sobretodo de sus paisajes y su
misticismo.
Nanning es una gran ciudad, como todas en China, paso
obligado para quienes vienen o van a Vietnam, solo nos quedamos una noche para
al día siguiente a las 8 de la mañana coger un bus que nos llevaría a Hanói,
pese a ello, nos encontramos justo en el centro de Nanning el mercado nocturno
con más encanto y más completo que hemos visto en China. Puestos de todo tipo
de comida, todo tipo de olores, colores… Mucho marisco, gambas, cigalas, pulpo…
Peces de todo tipo, cocodrilo, pollos fumándose un cigarro… La verdad es que
todo el que tenga pensado pasarse por aquí no debería perderse este mercado.
Bandera Vietnam |
Como ya he dicho a las 8 cogimos un autobús dirección Hanói
por unos 16€, el viaje no resulta demasiado pesado hasta la frontera, la salida
de China muy sencilla y para nuestra sorpresa, la entrada en Vietnam más
sencilla todavía, miran que tienes el visado, te miran a la cara, se ríen, te
ponen el sellito y pa´lante. Una media hora estuvimos en la frontera… Luego
coger el bus otra vez. En Esta ocasión el trayecto es más incómodo, las
carreteras empeoran, se nota que estamos en Vietnam, abundante vegetación flanquea
la carretera salpicada por casas solitarias o pueblecitos. El verde predomina
sobre todo lo demás y la sensación de adentrarte en la jungla se apodera de ti.
Tráfico común |
Tras unas 10 horas llegamos a Hanói y sin mucha dificultad a
nuestro hostal. La primera impresión de esta ciudad es que el Caos fue
concebido aquí. 8 millones de habitantes (según un vietnamita) y 4 millones de
motos, increíble el movimiento en las carreteras, no existen las aceras al
estar ocupadas por los puestos o las motos aparcadas y en el asfalto miles de
motores revoloteando a tu alrededor como si acabaras de reventar un avispero,
te pasan por todos lados, pitan, te esquivan… Así todo el día, y toda la noche.
Una odisea y un poco agobiante el choque tan drástico, pero es Vietnam y cuando
tus ojos y tu miedo se acostumbra al ajetreo, la imagen preconcebida de esta
ciudad se asemeja bastante a lo que pasa a tu alrededor.
Estaremos por aquí unos días y la idea es irnos a algún
lugar tranquilo a pasar la nochebuena, estamos barajando algunas opciones, así
que estad atentos a los próximos días.
Gracias por todas tus impresines. Es como si lo pudiese vivir
ResponderEliminarTu descripción del ambiente es muy buena. Las autoridades chinas y vietnamitas deben estar muy agradecidas por tus opiniones.
ResponderEliminarLos que leemos , de vez en cuando tu blog, tambiem