"Nací en las alturas, entre las nubes. Allí donde los pájaros
no llegan y la luz del sol se difumina lentamente hasta perder todo su
esplendor. Mi vida ha estado colmada de un sinfín de aventuras, he luchado por
sobrevivir, por abrirme paso a través de este mundo. He pasado frio, calor,
miedo y alegría…
No tardé mucho en emprender mi viaje en solitario, tan
pronto como me vi preparada, decidí salir del cobijo de lo que hasta entonces
había sido mi casa. No se cuánto tiempo estuve cayendo, se me hizo eterno.
Mientras caía, miraba a mi alrededor fascinada por cada punto minúsculo que
veía en el horizonte y como, poco a poco, se iba haciendo más grande,
convirtiéndose en algunos casos, en pueblos rurales, en otros, en ríos
desbordados, en verdes prados brillantes o montañas nevadas.
Solo sentí un golpe seco al tocar tierra, estaba fresca y húmeda,
restos de amigos de la infancia habían pasado por aquí. Decidí seguir su
rastro. Me filtre entre las rocas, olía a hierba mojada, el aire era limpio y
puro, y luego en un momento llego la oscuridad. Días enteros recorriendo
estrechos callejones naturales entre la roca, girando a izquierda y derechas,
intentando no perder el rastro que mis hermanas habían dejado. De vez en cuando
me juntaba a otro grupo conocido y nos uníamos para hacer más llevadero el
viaje, ganando en fuerza y velocidad a medida que íbamos creciendo en número.
Fue al tercer día cuando vi la luz del sol por primera vez,
todavía recuerdo su calor bañando mi superficie. Era cálido y acogedor, como
una llamada a unirte con él en las alturas, pero no lo suficientemente fuerte
para persuadirme en mi meta de unirme con mis seres queridos. Verdes campos nos
cobijaban y nos conducían montaña abajo, desfiladeros de grandes piedras
construían autopistas que recorríamos con fuerza. Jugábamos con las piedras
caídas de las montañas, creando remolinos en los que sumergíamos alguna ramita
o simplemente chocábamos las unas con las otras. De vez en cuando teníamos la
suerte de caer desde las alturas, todavía recuerdo el sonido que creábamos y la
sensación de libertad en la caída.
No os creáis que todo fue un juego, he pasado momentos de auténtico
miedo en mi viaje. He esquivado la sed de muchos animales, salvajes o domésticos,
de hecho una vez fui atrapada por la boca de un Yak sediento, tuve la suerte de
caer por la comisura de sus labios. Otras muchas no consiguieron salir nunca de
ella, todavía me apena recordarlo. Se escuchaban rumores entre nosotras de
amigas de amigas que habían sido capturadas por un agujero oscuro y se
rumoreaba que iban a parar a edificios grises para ser usadas por el ser
humano, que queréis que os diga, tengo curiosidad por conocerlos, pero me
alegro que no me haya tocado.
Ahora os escribo desde un destino diferente, hace unos días
que llegue aquí, me he encontrado con gente conocida pero este sitio es
inmenso, al principio todo resultaba único y maravilloso, había peces de todos
los colores que jugaban a perseguirnos, grandes y pequeños. A lo lejos vi al
ser humano en un gran buque que atravesaba a mis semejantes. No quise acercarme
mucho, no me daba buena espina el humo negro de su parte trasera. En
definitiva, era un mundo nuevo por descubrir, pero ya estoy cansada.
La monotonía se ha apoderado de mí, a veces llueve, ya no
juego con los peces. El sol ya no parece llamarme como antes, simplemente me
sumerjo en las profundidades en busca de la soledad de la noche, del silencio,
de forma que pueda recordar los momentos pasados. Creo que ha llegado el
momento de subir, de ponerme en primera fila. Esperare a un día caluroso, uno de
esos días que recuerdo de mi niñez, donde el sol te llamaba con sus rayos, te
calentaba y parecía que ibas a explotar, dividiéndote en minúsculas partículas
que puedan volar y acariciar el aire, subir cada vez más arriba y volver a
nacer en las nubes. De esa forma volveré a sentirme libre de nuevo, a vivir
esas aventuras y a sentir que cada momento merece la pena."
¡¡¡ Atención Peligro!!!
ResponderEliminarEl Zapatero se dedicara a ser supervisor de nubes asi que como le toque supervisar la tuya vas de culo, seguro que se desinfla y se cae a las tenebrosas de las tinieblas nacional-socialistas
Excelente canto a una simple gota de agua.Nunca me habia puesto en su lugar. Quizas sea la esencia del ciclo vital.
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