Beijing es una ciudad vieja, tras los numerosos rascacielos y los edificios modernos construidos para el año olímpico, todavía se puede respirar el aire añejo de una ciudad de 3.000 años de antigüedad si te sumerges en los barrios de casas bajas y callejuelas llamados hutongs. Beijing lleva siendo capital China desde hace 600 años aproximadamente y anteriormente fue capital del reino mongol. Algo tiene esta ciudad que hace que te quieras quedar, esa sensación también la estoy teniendo yo, pero tranquilos, que no tengo pensado quedarme… por ahora.
Entrada Ciudad prohibida desde Tiananmen |
Hablar de Beijing irremediablemente te lleva a visualizar el espacio abierto más grande del mundo construido por el hombre, la plaza de tianannmen. Es enorme, sobreprotegida por cientos de policías y militares que registran a diestro y siniestro a todos los chinos que intentan acceder a la plaza, a nosotros simplemente nos hacen pasar las mochilas por un scanner, supongo que todavía reina en el ambiente las revueltas democráticas chinas del 89.
Presidiendo la plaza y donde más gente se amontona para fotografiarse, está el retrato de Mao, es impresionante la veneración que sienten los chinos hacia su gran dictador comunista, hay algo que se me escapa de la comprensión, aunque puedo llegar a entenderlos. El retrato está situado en la entrada principal al gran recinto imperial, hogar de emperadores chinos durante siglos y que ha estado cerrado al público durante 500 años, la ciudad prohibida.
Ciudad Prohibida |
La dinastía Ming y Quing hicieron de este recinto su hogar, y como no quiero aburriros con detalles históricos, solo diré mis sensaciones al atravesar y recorrer esta ciudad por segunda vez (la primera fue con mi padre hace 8 años). Sigue maravillándome, entiendo a la gente que le parece un soberano coñazo, pero a mí me hace transportarme a la corte imperial, me imagino la vida de los emperadores y su sequito, la multitud congregándose para escuchar a su gobernante… respiro y fijo la mirada en el infinito, ojala pudiera recorrerla a solas, sin la muchedumbre pisándome los talones, poder sentarme en sus jardines imperiales o callejear por ella una noche cualquiera. Supongo que son deseos que jamás se cumplirán, pero ya existen en mi imaginación.
Palacio de verano |
Cuando los emperadores comenzaban a tostarse en el sofocante verano de la capital, se les ocurrió la idea siglos atrás de construirse un pequeño parquecito con unas casitas alrededor de un lago. Su … madre! Ya podían llevarles a la sillita de la reina, porque menudo recinto que se curraron los jodios. Es inmenso! Dominado por el inmenso lago Kunming, no pudimos ver su esplendor debido a una intensa niebla que decidió acompañarnos en la visita. Pero pudimos contemplar maravillados las vistas desde el pabellón de la fragancia de buda, recorrer el gran corredor que bordea el lago, cruzar hasta una de sus islas y disfrutar de lo que antaño era el destino vacacional de los emperadores.
Calle Suzhou |
Pero si algo tiene este palacio que te embruja, es su entrada y la calle Suzhou, calles que bordean un rio donde comerciantes se amontonan a su rivera tocando ocarinas o llamándote a comer, todo un espectáculo audiovisual, si vais, no podéis perdéroslo… Es magnífico, me obligue a mí mismo a comprarme un recuerdo, una miniatura tallada a mano con mi horóscopo chino y mi nombre.
Este pollo unio la muralla china |
Y por supuesto Beijing no se puede dejar atrás sin haber pasado por la gran muralla. Eso que dicen que se ve desde el espacio tiene que ser la mayor trola contada, más que nada porque de ancho es como un carril de una autopista, así que si no se ve la A-4, como se va a ver esto. De todas formas empecemos por el principio. Contratamos un tour que nos llevaba, pasando por las tumbas Ming, una fábrica de jade, una fábrica de seda y la gran muralla. Por fin he podido enterarme de que íbamos viendo y con nuestra flamante guía Amy he podido enterarme más de lo normal, cosa que he agradecido. Lo hemos cogido así más que nada porque nos salía rentable, 150Rmb cada uno (solo el autobús publico salía por 80Rmb) y estaba todo incluido, hasta la comida, así que genial.
La gran muralla |
Bueno, resumiendo un poco, hemos tenido la suerte de tener un día despejado de niebla aunque un poco nuboso, que nos ha permitido tener una vista del recorrido de la muralla sobre las montañas que teníamos a nuestro alrededor. Como nota cultural, la muralla no se construyó para protección contra mongoles como muchos creen, antiguamente existían en China 7 provincias que estaban a guantazos día si y día también, así que cada una de esas provincias decidieron construir un muro de defensa. Hasta que llego un tal “Judi” tercer emperador de la dinastía Ming, que conquisto las 7 provincias y ordeno unir todos los tramos en uno solo, obteniendo los 6.700km de longitud contra los que las tropas mongolas se dieron de bruces durante años. Todavía no me entra en la cabeza porque lo hicieron en el perfil de las montañas ni porque narices lo hicieron tan empinado, pero sí que tengo claro que los soldados chinos tenían que tener los gemelos del tamaño de un balón de baloncesto, estoy convencido que algún chino se ha matado tropezando y cayendo rodando por el empinado camino.
Para una que salgo decente... |
Ya solo nos quedan 2 días más en Beijing que dedicaremos a ir al mercado de la seda a discutir precios un poco y a enviar paquetes a casa, entre otras el edredón de seda que me he comprado en la tienda… Dormiré abrigado por seda china el resto de mi vida…
La próxima entrada espero que sea desde Xi’an, allí me espera uno de los retos de este viaje, pero no quiero anticipar nada, ya lo veréis con vuestros ojos, espero!
Uiii..también quiero uno de esos edredones de seda!!! Buen viaje "sortudo" :-)
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