Xi'an - Guerreros de Terracota

Ñaaaaaaa!!!

 

Si antes de iniciar mi viaje me preguntan si iba a pasar a ver a los guerreros de terracota, mi respuesta hubiera sido un simple “psss, si pilla de paso supongo”. Hoy doy gracias a la providencia que me haya puesto en el sendero de su visita, no por su espectacularidad, no por su magnificencia ni su belleza… no sé muy bien porqué, pero vuelvo con una sensación de haber viajado en el tiempo durante las horas que hemos estado en la compañía de estos guerreros.

Poniéndonos en antecedentes, sigo con las malditas anginas, pero ya estoy tomando antibióticos, es nuestro tercer día en Xi’an y doy gracias a mis compañeros que tengan la paciencia para esperar a que me recuperase un poquito para comenzar a hacer cosas otra vez. Xi’an en si es una gran ciudad, capital china durante un porrón de años y de la que hemos visto unas cuantas cosas que merecen la pena, como el mercado de los pájaros (los domingos solamente), la torre de la campana y la torre del tambor y la muralla que rodea el centro de la ciudad, Javi también recomienda la visita a la pagoda del gran ganso (yo no he podido ir por encontrarme demasiado cansado).

Caballos de bronce

Y hoy, cuando ya me han hecho efecto los antibióticos considerablemente, hemos decidido visitar a los guerreros de terracota. Lonely en mano, hemos cogido un taxi hasta la estación de trenes, donde cogiendo el autobús 306, por 7 RMB (80 céntimos), te llevan hasta la zona de excavaciones. Un viaje de media hora que nos hemos pasado durmiendo, yo no sé qué me pasa, pero el meneíto de los buses chinos me deja KO. Gracias a unos consejos de unos salmantinos que conocimos ayer, en las taquillas probamos a pasar como estudiantes universitarios enseñando el DNI, la verdad, no creía que fuera a funcionar, pero si, o los chinos son mu burros o los pobres se lo creen todo, a decir verdad, si a mí me enseñan un DNI chino y me dicen que es la tarjeta universitaria, pues que queréis que os diga, pero también me lo creo. Lo bueno es que en vez de pagar 12€ más o menos, hemos pagado 6€ así que guay eso que hemos ganado, que por el contrario, los hemos perdido comiendo en el subway, que nos han timado, pero eso no viene al caso.

unos 6.000 he contado yo...

Una vez dentro he intentado entablar comunicación con el mas allá y tratar de hablar con Qin Shi Huang para preguntarle porque cojones (perdón mama) mandó construir miles y miles de soldados a tamaño real para enterrarse junto a ellos. Encima, todos y cada uno son diferentes, desde las caras hasta las suelas de las zapatillas son todas únicas. Hay caballos, carruajes, arqueros, soldados… un sinfín de estatuillas enterradas bajo tierra y que hoy en día siguen excavando (se dice que hay una ciudad entera enterrada…). Pues bien, no he conseguido contactar con él, pero existen dos versiones del porqué de tal gesta, la versión más novelística que nos dice que fueron construidos por el emperador para protegerle de los espíritus del mas allá y la otra versión, que comparto, que dice que fueron construidos porque el gran tirano del emperador quería seguir conquistando y gobernando hasta en el mas allá, si bien es cierto que unificó lo que es la China actual, también era un cabroncete de cuidado y es que hasta hizo enterrar a los arquitectos y escultores para guardar el secreto de la tumba.

En definitiva, pasear por este sitio, uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XX y saber que bajo tus pies hay muchos más secretos ocultos te hace sentir pequeño y visualizar lo que tuvo que ser la construcción de esta tumba, de los que aquí murieron y del poder que tenía el emperador sobre su gente.

La foto de rigor

Mañana nos vamos a Luoyang, donde estaremos un par de días recuperándome del todo de las anginas, y aprovecharemos para visitar uno de los lugares que tengo más ilusión de ver, el templo shaolin. A la vuelta y antes de irnos a la montaña de HuaShan, actualizare esto.  Saludos!