Después de un verano movido y de varias visitas a algunas de nuestras queridas costas ibéricas, ha llegado la hora de ponerse serios y retomar la preparación de la aventura.
He estado haciendo cositas últimamente, por ejemplo el tema de las vacunas. Uno emprende un viaje sin límite de duración y tiene que prever que no solo te puede picar el abeconejo, por lo que el afterbitte no nos vale. Después de acudir al centro de vacunación internacional y de visitar nuestra amada seguridad social, me han puesto vacunas contra la encefalitis japonesa, la meningitis, el tétanos, la hepatitis A y B (por si no la tenía), me han recetado 2 vacunas orales contra el cólera y la fiebre tifoidea creo y además 7 cajas para la malaria y 2 de antibiótico que he pedido yo... un auténtico arsenal por el módico precio de 47€ más o menos.
Bien... Pues una vez que tengo los hombros (ya soy mayor para que me pinchen en el cachete del culo) como un colador de pasta y más drogado que Amy y Kurt juntos he de decir que la central de visados Rusa de Madrid que está en la calle príncipe de Vergara funciona estupendamente, previo pago de unos 70€ claro está. Todo esto de los visados es un negocio, pero Dios me libre de criticar la gestión de un país tan magnifico y esplendoroso como Rusia, más aun cuando todavía no me han dejado entrar.
10 días después de pagar, de rellenar formularios y otras cosas que responderé a quien quiera saberlo, hoy he recogido mi flamante visa para la madre Rusia...
Así que ya tenemos primeros datos del viaje, ya podemos concretar un poco, que muchos me lo pedís... Ahora es seguro que el día 5 de octubre estaré en Moscú, y que como mucho el día 20 de octubre estaré en Mongolia.
Iré actualizando esta entrada según consiga el visado mongol, que es la próxima etapa!
