martes, 31 de enero de 2012

Mondulkiri - En elefante por la selva

Sé que todo el mundo que se plantea un viaje a Camboya marca en el mapa un circulo rojo alrededor de los templos de Angkor, pero yo he borrado ese circulo y he marcado en grande uno alrededor de la zona noreste del país, que engloba las provincias de Mondulkiri y Ratanakiri.

Lo primero es explicar como hemos acabado aquí si estábamos en la otra punta del país, pues bien, íbamos en dirección sur cuando nos dio pereza estar en playas sobretodo cuando Tailandia se va a cruzar en nuestro camino, así que cuando se supone que teníamos que coger un autobús para el sur, decidimos coger uno para el norte y nuestra primera parada era Sen Monorom en Mondulkiri.

Poblado de minoria etnica
Sen Monorom en si no es mas que un pequeño pueblo con una calle principal llena de guesthouses que en condiciones normales ofrecen alojamiento a los turistas, en nuestro caso no fue así, nos encontramos todo lleno debido al nuevo año chino que se estaba celebrando así que tuvimos que recorrer el pueblo arriba y abajo y por suerte encontramos una “habitación” por llamarlo de alguna manera a un precio de hotel de 3 estrellas, pero era eso o dormir al raso en una hamaca y los mosquitos acechan, así que la elección fue fácil.

Desde este pequeño pueblo se pueden explorar los alrededores en busca de minorías étnicas, cascadas y pernoctas en la jungla, a pie o en elefante y para una vez que vamos a estar aquí (se supone) pues a lo grande!

Margarita
Si Paco (el camello de Mongolia) me desvirgo analmente, Margarita (por ponerle algún nombre) me consagro en el maravilloso mundo de dejarte el culo más dolorido que clavarse agujas en los ojos.

Nos la presentaron pronto por la mañana en un poblado cercano al pueblo, donde con dificultad nos subimos a la cesta que transportaba con soltura nuestro vehículo animal. Los primeros movimientos no hacían mas que poner una sonrisa en nuestras caras, ilusionados como niños y disfrutando del vaivén que el paquidermo tan amablemente nos ofrecía, pocos minutos después se fue tornando en quejas y horas después en un martirio constante, eso si, por mucho dolor o sufrimiento que pasábamos, he de decir que lo disfrutamos como enanos y por mi parte repetiría sin lugar a dudas.
Por la jungla
El tour en si consistía en dos días y una noche por la jungla atravesándola a lomos de Margarita y pernoctando en unos bungalós en medio de la verde espesura. A mitad de camino del primer día hicimos nuestra primera parada para comer, a la orilla del rio, acompañados por lugareños que trabajan en el bosque recolectando resina de los arboles. Todo era idílico, hasta la miel recogida directamente de un panal hacia nuestra experiencia inolvidable hasta que las legitimas dueñas del panal hicieron acto de presencia. Nuestro mahout (conductor de elefantes) venia corriendo por la selva perseguido por Margarita a trote de elefante, al principio no entendíamos que pasaba pero no tardamos en ver las abejas revoloteando sobre el elefante y nuestro guía. Unos momentos de pánico que acabaron con nuestro guía y la elefanta bañándose en el rio y risas de los demás presentes mirando por el rabillo del ojo por si acaso.

Al agua elefantes!
 Una vez alejadas nuestras incomodas visitas con ramas verdes ardiendo, retomamos el tortuoso camino a través de la selva, un sendero apenas visible hacia de carretera por donde nuestro tractor particular de 4 patas se movía como pez en el agua y sin hacer demasiado caso al conductor pues se paraba cada dos por tres a comerse alguna palmera como tentempié. Unas pocas horas después llegamos a nuestro campo base y una vez descargados los elefantes pudimos disfrutar de ellos de manera más intima, bañándonos en un rio próximo junto a ellos y subiéndonos a su lomo desnudo notando su calor y su blanda piel. Toda una experiencia y unos animales increíbles.

Después llego el turno de los humanos y andando unos pocos metros llegamos al pie de una cascada donde pudimos nadar y relajarnos sentados en un árbol caído de cara a ella, donde el sonido del agua y el entorno liberaba cualquier estrés residual que pudiera quedar en nuestros cuerpos.

Fin de fiesta
Una vez secos y cambiados y tras una botella de whisky y otra de vino de arroz, nos metimos en nuestro bungalós para disponernos a domar nuestras hamacas. Prometo que no fue debido al alcohol y quien me conoce sabe que no soy torpe, pero fue meter el culo en la hamaca y desplomarse conmigo dentro. Una vez arreglada y con una pequeñas magulladuras en el cuerpo aunque mas en el orgullo, dormimos plácidamente con los sonidos de la selva acunándonos.

A la mañana siguiente nuestra maravillosa tortura nos esperaba risueña para volver a pasar 4 horas juntos. Camino de vuelta con una experiencia estupenda a nuestras espaldas, puede que sea una turistada y no seré yo quien lo niegue, pero joder...  queramos o no, somos turistas y sobretodo yo me siento como un niño haciéndolo!

sábado, 28 de enero de 2012

Battambang - La historia de un sueño

“Me quedé huérfano con 1 año, nunca me han querido contar la historia pero en el fondo de mi corazón sé que la guerra de mi país tuvo algo que ver. Desde entonces fue mi abuela la que cuidó de mí y se preocupó por mi bienestar. Murió cuando yo tenía 12 años y entonces me vi solo en el mundo, sin un sitio que pudiera llamar mi casa y sin nadie a mí alrededor que se preocupara de mi, a pesar de ello, sentí la libertad en mi interior, era libre para conocer mi entorno y mi país. Viaje por toda Camboya, de norte a sur, de este a oeste, empapándome de cada rincón y enriqueciéndome con mis compatriotas.

Tren Bambu con FI E
Trabaje duro de granjero, o recolectando las cosechas de arroz, cualquier trabajo que me permitiera ahorrar algo de dinero era bienvenido. Ese tipo de trabajos, para gente sin estudios estaba pagado a 50$ mensuales, muy justo para comer y no digamos ya para ahorrar algo. Mientras pasaban los años dedique mi tiempo libre a estudiar ingles, quizás eso me abriría las puertas a un futuro mejor, yo soñaba con ese futuro, soñaba con tener una familia grande y encargarme de ellos de forma que nunca mas estuviera solo.

Al paso de unos años conseguí ahorrar lo justo para comprarme una bicicleta, con la que montar un tuk tuk sencillo de madera y con el poco ingles que sabia me establecí en battambang para llevar a los turistas de aquí para allá intentando explicarles lo que conocía y practicando el ingles con ellos. Funcionó, poco a poco fui ganando más dinero y entretanto conocí a mi mujer. Conseguí ahorrar los 2000$ que costaba un tuk tuk con moto y bien acondicionado.


Phnom Banan
Ahora mismo estoy sentado en un bar esperando la vuelta de los dos turistas de los que soy guía hoy. Tengo 3 hijos bien alimentados, van a la escuela privada, mi mujer es feliz. Tengo la familia que siempre había querido y no he vuelto a estar solo desde entonces. He cumplido mi sueño y me siento orgulloso de lo que he conseguido en mi vida.”

FI E – Guía y conductor de Tuk Tuk

Esta es la historia de nuestro guía (un poco inventada pero mas o menos cierta) que nos enseño Battambang. Con el pudimos recorrer el tren ligero de bambú bajo un sol sofocante. Pudimos subir al Phnom Sampeau, donde unos simpáticos macacos nos esperaban para enseñarnos otro de los puntos de asesinatos de los khmeres rojos. Y visitamos Phnom Banan, donde sus 5 torres recuerdan a Angkor wat y muchos lugareños afirman que el famoso templo tuvo su inspiración aquí subiendo 358 peldaños bordeados de minas. Pero todo esto quiero que quede en segundo plano tras la historia de Fi E, conseguimos emocionarle al decirle que le recomendaríamos a todo el mundo por ser un buen hombre. A mí me lo pareció y las promesas son para cumplirlas así que aquí os dejo sus datos:
Campo de minas
FI E  - Tuk Tuk Tours – Battambang (Camboya)
Tel: 097 80 52 905

La dirección me la guardo para mandarle una foto para que la añada a su colección que lleva en el Tuk Tuk. Si alguna vez lees esto… Gracias.

lunes, 23 de enero de 2012

Siem Reap - Templos de Angkor


Bienvenidos al símbolo de Camboya, orgullo nacional para los khmeres después de todos los años de muerte y trauma pasados. No se explicar muy bien las sensaciones que me ha dejado la visita a la 8ª maravilla del mundo moderno (se quedo finalista para ser una de las 7). Si bien parece un Disney Word debido a la masificación turística, si consigues abstraerte de tu entorno puedes llegar a sentir el misterio y la grandiosidad del lugar. 

Solo nos quedamos un día para recorrerlo, puede que sea poco para poder disfrutar de Angkor en su plenitud, pero nos basto un día entre sus templos para empaparnos de su grandeza y maravillarnos por como la naturaleza se abre paso por muchos obstáculos que se encuentre en su camino.

Angkor Wat
El primer templo que visitamos no podía ser otro que Angkor Wat, construido hace mas de 800 años para el funeral de Suryavarman II y para honrar a Vishnu esta considerado el edifico religioso mas grande del mundo. Se alza grandioso entre todos los demás templos con sus torres dominando Angkor, al recorrerlo se pueden ver grabados en piedra sobre diferentes episodios épicos de los dioses. Es todo un espectáculo visual y un buen primer contacto con Angkor, la pena es que al ser temporada baja, algunas secciones estaban en obras y dominadas por los andamios, pero no le quito encanto al lugar. Si queréis ir, vestir pantalón largo y nada de camisetas de tirantes, puesto que para entrar al templo no podéis enseñar demasiada carne. Representando el universo espacial en miniatura merece la pena perderse por sus muros y salas, es el que se encuentra en mejor estado y nunca fue abandonado a los elementos.

Caras del templo Bayon
Seguidamente entramos en la ciudadela de Angkor Thom. 10km cuadrados de ciudad fortificada, en el albergaba a mas de un millón de personas cuando Londres contaba con apenas 50.000. Solo los dioses podían disponer de moradas en piedra, por lo que las viviendas de la gente estaban hechas de madera y con el paso del tiempo han sucumbido a guerras o al paso propio de la naturaleza. En el centro de la ciudad se encuentran los lugares de interés mas importantes, aunque algún friki se puede deleitar con algunos puntos de grabación de Tomb Raider en la puerta este de la ciudad. El templo Bayon (por cierto, el apellido de mi compañera) es el mayor de la ciudadela y el mas importante.

Bayon es sobrecogedor. 54 torres góticas con 216 caras exactamente iguales mirando hacia abajo con una medio sonrisa, producen una sensación enigmática al verlas. Construido por Jayavarman VII las caras se asemejan a la del rey, aunque originariamente eran tributo a Avalokiteshvara (budha de la compasión). Muchos de los misterios de Bayon todavía siguen siéndolo, como su funcionamiento y simbolismo, aunque me da a mí que las 216 caras algo tienen que decir y parece que se burlan de todo aquel que quiere descifrar su misterio, algo así como la mona lisa pero en piedra y 216 veces.

Perdidos en la selva
Huyendo de la masificación y adentrándonos en la selva buscando un momento de soledad, pudimos encontrar una esquina desierta de flashes y voces extranjeras, no se el nombre ni siquiera se lo que representaba, sólo sé que nos encontramos con los restos de edificaciones invadidas por las arañas, la vegetación y los sonidos de la naturaleza a nuestro alrededor y pudimos disfrutar de Angkor en su plenitud.

Ta Prohn
 Tras ver la terraza de los elefantes y algún otro templo por fuera debido a la indumentaria de Zior, llegamos a otro de los puntos más famosos del recinto: Ta Prohm. Un templo comido literalmente por la selva, como si la tierra reclamara lo que es suyo. Arboles creciendo sobre los muros de piedra, levantando con sus raíces el suelo o tirando abajo los muros que anteriormente se levantaban aquí. Están reconstruyéndolo, posiblemente dejen los arboles donde están, pero merece la pena ver la bella destrucción que la naturaleza ha hecho sobre la piedra que arrebato su territorio, te hace sentir desarmado ante su poder y eres consciente que tarde o temprano, la paciencia de la tierra superara a cualquier ambición humana.


sábado, 21 de enero de 2012

Phnom Penh - Khmeres rojos

Capital camboyana en la que estuvimos un par de días solamente pensando que a lo largo del viaje por Camboya volveremos a cruzarnos en su camino. Después del ajetreo del Mekong por Vietnam, nos tomamos la visita a la ciudad con calma, paseando y aclimatándonos a la vida de aquí. La moneda local es el riel, pero lo que funciona y lo que te dan los cajeros es el dólar americano, así que el gasto queda mucho mas claro a partir de ahora.

Edificaciones Khemer
En la ciudad se pueden ver nada mas llegar las edificaciones estilo Khmeres, peculiares y de una belleza muy característica, resaltan sobretodo el palacio real y los diversos templos que hay alrededor de la ciudad, que junto con la pagoda de plata son los sitios de obligada visita.

Pero lo que de verdad nos hizo entrar en contacto con la historia camboyana el campo de exterminio de los jemeres rojos a las afueras de la ciudad. Phnom Penh, como toda localidad grande de Camboya, sufrió la tiranía y los sueños de extremo comunismo de Pol Pot que cuando llego al poder estableció un orden que junto con sus queridos jemeres rojos expulsaron a la gente de las ciudades con el propósito que el país perteneciera al pueblo llano, a los campesinos, de forma que reclutaba a la gente de las ciudades y los mandaba a campos de trabajo donde cultivaban la tierra a razón de 12 o mas horas diarias, sin apenas comida y muriéndose de hambre. Pero esa parte te tocaba si tenias suerte, a las personas que mostraban un signo de inteligencia o de superioridad cultura sobre los demás, saber un idioma o ser profesores o tener estudios, no se les enviaba a campos de trabajo, se les subía a camionetas que bajo la promesa de una vida mejor, acababan en un recinto como el de Choeung Ek que su historia es la siguiente…

Estupa
Choeung Ek es un recinto apartado de la ciudad, perdido de la mano de cualquier dios conocido. Se construyo un muro de piedra de 2 metros de altura a su alrededor y casetas para los guardias a las afueras del recinto. Cuando un camión lleno de personas inocentes procedentes de las prisiones del país llegaba al lugar, iban atados de pies y manos y vendados, para que ninguno pudiera escapar durante el trayecto. Al llegar se descargaban a los prisioneros y se les pasaba lista, apuntando y haciéndoles firmar en una hoja, estaban firmando su sentencia de muerte. Atronadora música sonaba por todo el recinto con himnos de la revolución tanto de día como de noche que junto con el generador de electricidad ahogaba los gritos de desesperación y dolor que se perdían en la oscuridad. Centenares de tumbas se amontonan en el exterior del recinto, algunas excavadas y otras por descubrir, pero al no haber espacio para tantos restos humanos, se ha decidido no seguir excavando. Mas de 10.000 personas murieron en este campo de exterminio donde no siempre se les disparaba para ahorrar balas, se usaban herramientas de campo, martillos, azadas o los propios puños para perpetrar el asesinato y se enterraban en fosas comunes con productos químicos para que en el caso de que la muerte no fuera inmediata, los tóxicos hicieran el resto del trabajo.

Hoy en día no queda nada del recinto en pie, pero si que perduran las tumbas. Un entramado de caminos se abre paso a través de ellas, teniendo la sensación que debajo de ti quedan miles de cuerpos por desenterrar. En el lugar del muro ahora se levanta una estupa en conmemoración de los muertos, en ella se encuentran depositadas miles de calaveras de los asesinados junto con otros huesos mas pequeños, esta repleta y no cabe un hueso mas así que se ha decidido dejar descansando en paz al resto de los fallecidos en el campo.

Restos de los asesinatos
Este lugar te pone los pelos de punta, no solo por los cruentos asesinatos que tuvieron lugar, si no porque entre ellos se encontraban a su vez, mujeres y niños e incluso un árbol solitario en el recinto era empleado por los soldados para asesinar a bebes, sujetándolos por las piernas y golpeándoles la cabeza contra el tronco. Es escalofriante pensar todo lo acontecido y el sufrimiento de las personas durante aquella época, que parece remota, pero que solo cuenta con 40 años de historia y todavía existen restos de jemeres rojos por el país.

A día de hoy los principales responsables de aquella masacre han sido juzgados, todo acabo con la invasión de Vietnam en el país en 1979, 4 años después de la llegada al poder de los jemeres rojos, pese a ello, la herida que ha dejado este suceso en el país es palpable por todo el territorio, aunque su gente nos regala una sonrisa cada vez que nos cruzamos con ellos. Pese a los juicios Pol Pot murió antes de ser juzgado, bajo arresto domiciliario y habiendo vivido una larga vida, no como muchas de sus victimas que apenas cumplieron los 2 años.

Seguimos camino por Camboya, para conocer la belleza de un país que guarda en su interior las risas de los niños y los paisajes arrebatadores que tanto deseamos ver y dejamos como un paréntesis en la historia este episodio negro que avergüenza a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad.

Datos prácticos Vietnam

Últimamente me cuesta un mundo escribir y claro, se me acumulan las cosas que contar, así que voy a hacer una actualización express con 3 entradas seguidas para ponerme al día.

Lo primero es despedirme de Vietnam. Ha sido una sorpresa muy agradable, intento no hacerme demasiadas expectativas sobre lo que voy a hacer o lo que voy a ver y en este caso las pocas que llevaba eran debido a películas bélicas americanas y poca cosa de historia que me quería sonar. Pero el país me ha sorprendido sobremanera, no se exactamente porqué ni sabría explicar el que me ha hecho sentir, pero si sé que volvería, que me he quedado con ganas de mas y que me sabe a poco los veintitantos días que hemos estado aquí.

(Antes de seguir leyendo quien quiera información detallada de precios, trayectos, etc... que visite el blog de mi compañera que lo tiene muy bien explicado, yo es que soy muy vago: aquí)

 


TRANSPORTE

A diferencia de China, aquí ya nos movemos básicamente en autobuses, no son demasiado caros (4$ a 12$) y están en condiciones aceptables. Normalmente contratas el autobús en el hotel /hostal en el que te alojas, pero si decides contratarlo en una agencia por la calle el funcionamiento es el mismo, salvo casos excepcionales, te van a buscar en la puerta de tu hotel para llevarte hasta el autobús. Así que todo muy cómodo y sencillo.

Como es evidente, para la bahía de Ha Long y el Mekong, los buses no nos valían así que cogimos embarcaciones diversas. Para la bahía, contratamos un tour “solo de ida” a la isla de Cat Ba, es cierto que te dan vueltas por la bahía y te la enseñan, etc... Pero a mi se me hizo excesivo el tiempo empleado, no me entendáis mal, me encanto la experiencia, pero le quitaría un par de horas muertas. Y para el Mekong simplemente contratamos con la gente de la calle que te ofrece tours. No son muy careros y la verdad es que teníamos una barca para nosotros solos así que recomendable.

Para trayectos por las localidades 100% recomendable alquilar motocicletas de 7 a 12$ el día, al principio asusta un poco el caos que parece que reina en la carretera, pero una vez que te haces a ello, disfrutas de la libertad que te da moverte por tu cuenta. Estuvimos tentados en aceptar una oferta de un señor que nos ofrecía hacer un tour en moto por Vietnam, no lo cogimos porque no nos sobraba el dinero, pero parece una buena forma de perderse por el país.

ALOJAMIENTO

Hemos perdido de vista los hostales prácticamente, la verdad es que por el precio de los mini hoteles o los hoteles en temporada baja merece la pena. Claro esta que hay para todos los gustos, si buscas fiesta y relacionarte con occidentales pues un hotel no es lo mas recomendable, pero si solo buscas un sitio limpio para dormir, tener wifi (a veces) y que este mas o menos céntrico, los hoteles en temporada baja ofrecen una oferta bastante atractiva.

Intentad evitar en la medida de lo posible reservar por anticipado en paginas web de hoteles, en temporada baja los hoteles y mini hoteles hacen descuentos suculentos insitu en los que te puedes encontrar un hotel de 3 estrellas a precio de hostal barato (no mas de 10$ la noche con baño privado).
A orillas del Mekong y pueblos más rurales existe la opción de alojarte en casas de la población local, no lo hemos probado así que no lo recomendare pero parece una opción atractiva.

COMIDA

Barato, nosotros somos unos sibaritas y la verdad es que siempre optamos por la opción de restaurantes con mejor pinta, aun así no son caros y por unos 10$ al día cada uno salís comidos y satisfechos. Hay otras opciones como los restaurantes locales o puestos callejeros que por 2 o 3$ comes, pero a veces se agradece tener carta y atención un poco más occidental.

Para acabar y después de ver Hanói, la bahía de ha Long, Hue, Hoi An, Nha Trang, Mui ne, Saigón, My Tho, Can Tho y Chau Doc decir que es un país que merece la pena perderse en el, descubrir su cultura y su gente y disfrutar de unos paisajes y una forma de vida excepcional.

Para el cruce de frontera con Camboya, la opción que elegimos fue atravesarla en barco rápido a través del Mekong, por 25$ te llevan hasta la capital camboyana y se encargan del tramite de la aduana, puedes hacerlo por ti mismo ahorrándote un par de pavos pero a mi modo de ver, la comodidad y la facilidad con la que resulto el paso fronterizo merece la pena el gasto por la seguridad que te garantiza.

domingo, 15 de enero de 2012

Goodbye Vietnam!

Echo la vista atrás a bordo de la lancha rápida que nos transporta a Camboya. Parece mentira que poco a poco, la lejanía se apodera de un país maravilloso que he tenido la suerte de vivir.
Perdidos en la selva

Estos últimos días los hemos dedicado a recorrer el sur de Vietnam, más concretamente las zonas bañadas por el Mekong. Es un cambio de paisaje radical conforme a los últimos destinos que nos hemos encontrado. Hemos pasado de las blancas y rojizas arenas de las dunas salpicadas con el azul del mar, al verde intenso de la vegetación de la selva recorrida por una carretera serpenteante de agua que si bien es un espectáculo visual, es sobretodo un medio de vida para los lugareños.

Comenzamos nuestra andadura por el Mekong en el pueblo de My Tho, donde una primera toma de contacto nos sirvió para ver que toda la población vive en torno al rio. Fabricas, barcos de transporte y barcazas locales llaman la atención sobre el agua grisácea del rio. Nos hemos dedicado a recorrer el pueblo y las cercanías en moto, acercándonos a la isla del unicornio donde hemos podido sentirnos aislados del turismo occidental y perdernos por senderos flanqueados por la selva y cruzándonos con los pocos locales que nos miraban curiosos. Pasando el puente que conecta My Tho con la isla del unicornio, visitamos Ben Tre donde pudimos probar los famosos caramelos de coco que se producen aquí. Y para concluir nos acercamos a una supuesta granja de serpientes que resulto ser un manicomio de animales de todo tipo. Puede parecer que calificarlo de manicomio sea un poco alarmista, pero si ves a osos comportándose como un esquizofrénico o a monos siguiéndote por la jaula y haciendo movimientos obscenos dándote el culo, no puedes calificarlos de animales demasiado cuerdos.

Mercado Flotante
Para recuperarnos de tales atípicas experiencias partimos a la ciudad de Can Tho donde pudimos vivir de primera mano lo que es la vida local en torno a la arteria del Mekong. Contratamos un tour que empezaba a las santas 5:30 de la mañana, todavía sin clarear navegamos en una barca local viendo el sol aparecer por detrás de las palmeras y la vegetación para poder llegar a primera hora al mercado flotante de Cai Rang donde los mercaderes intercambian sus productos sin bajarse de sus barcas, colgando en unos palos de la proa del barco, los productos que han comprado por lo que las demás embarcaciones se dirigían a venderles si no tenían el producto en él. Rápidamente enfilamos rio arriba hacia un segundo mercado, el de Phong Dien, donde pudimos comprarnos por fin el gorro cónico de palmera típico vietnamita.
Cocinando la pasta de arroz

Después de degustar algunas de las frutas que comerciaban las embarcaciones gracias a nuestra “remera” privada que amablemente nos la preparo y de visitar una fábrica donde elaboraban los noodles de arroz, navegamos por el corazón del Mekong, por sus canales estrechos salpicados por casas rurales y por gente cotidiana que vive del rio. Te adentras en la selva y los sonidos y la paz que transmite el lugar se apodera de tus pensamientos. Es difícil imaginar que hace 40 años en esta zona se libraban cruentas batallas y no se podía apreciar los sonidos de la selva por el estruendo de las bombas. Todo un lujo navegar por sus aguas y pasear por sus orillas con campos de arroz y cultivos rurales abriéndose paso a tu alrededor.

Canales del Mekong




Y para cerrar nuestra travesía por el Mekong en la zona vietnamita, nuestro destino final, Chau Doc. Donde gracias a un guía callejero pudimos visitar varios templos budistas incluido uno de los mas famosos del país donde centenares de vietnamitas acuden al año a pedir la curación de las enfermedades de sus seres queridos. Después de la visita cultural, ascendimos en motocicleta con nuestro guía a la montaña Sam desde donde vimos cual iba a ser nuestro próximo destino: Camboya.

Me despido desde el rio ya en zona camboyana, diciéndole un hasta luego a Vietnam y que siga siendo el país que es, que poco a poco siga recuperándose de unas heridas que amargan la memoria histórica de un país que debería conocerse por su gente, por su vida, por su naturaleza y por su simpatía en vez de recordarla por su guerra y su sufrimiento. Un placer haberla conocido, Nos veremos pronto!

jueves, 12 de enero de 2012

Saigón

Abrís los ojos pero no sois capaces de ver nada. Oís a lo lejos explosiones cada vez más cercanas y la oscuridad os rodea. Palpáis el espacio alrededor y os encontráis horrorizados que estáis en el mismo agujero que los últimos 17 años, el mismo túnel, el mismo aire espeso lleno de polvo y sobretodo el mismo miedo hacia lo que sucede en el exterior.

Hemos estado en Saigón y aparte de ser un set cinematográfico para grandes superproducciones, es sobre todo una gran ciudad que se ha recuperado en gran parte de una de las guerras más sangrientas de la historia.
Museo de la guerra
Sin entrar en temas de quien llevaba razón en el conflicto y dejando patente que las guerras siempre son un acto de crueldad sean cual sean los motivos que la propicien, Vietnam y concretamente Saigón siguen cicatrizando las heridas que tanto la guerra de Indochina como la guerra de Vietnam ha dejado en el país.

Pese a la crueldad de las imágenes que hemos visto en el museo de la guerra y las sensaciones agrias que dejan los túneles de Cuchi, me siento un privilegiado al poder entender un poco mas lo que paso en esos años en esta región. El conflicto dejo una nota anecdótica al ser la primera derrota estadounidense en una guerra pero sobretodo dejo una huella imborrable en la gente y el ecosistema vietnamita.

En el museo se exponen imparcialmente los testimonios fotográficos de las dos guerras, imágenes de tal crueldad que no puedes evitar que se te empañen los ojos. Asesinatos inmortalizados en una imagen, datos de bombardeos y el uso del “agente naranja” junto con sus consecuencias encrudecen la visión y te llegan a producir nauseas. Paseas por la exposición callado, con la cara seria como la de todos los turistas que la frecuentamos, el uso de la cámara queda en un segundo plano y te empapas de todo a tu alrededor. Tuvo que ser duro, muy duro para los dos bandos pero la exposición, un tanto publicista, te hace identificarte más con el lado comunista de Vietnam.

Para hacer un resumen, y para quien no lo conozca, El sur de Vietnam estaba independizado del norte después de los acuerdos de Ginebra. Hacia el 58 se debía celebrar un referéndum en el que se decidiría la reunificación o no del país, pero antes de dicho año, hubo un golpe de estado y se anulo dicho referéndum, propiciando revueltas por el Vietcong (guerrilleros norvietnamitas que vivían en el sur) ayudados logísticamente por el gobierno del norte a manos de Ho Chi Minh. El control del sur a manos del Vietcong fue del 60% antes de la intervención americana que propicio la guerra mundialmente conocida. El tungsteno y otras materias primas existentes en la región fueron fundamentales para el interés americano en la guerra.

Entrada a los tuneles del vietcong
El resto de la historia es por todos conocidos. Mas guerra de guerrillas que guerra estratégica, Vietnam fue sacudida por los bombardeos y gases americanos durante años y todo el poder americano sucumbía en pequeñas guerrillas en puntos estratégicos donde el tamaño del “arma” no importaba tanto. Muertes, mas muertes, huérfanos, mutilados y los restos del “agente naranja” han dejado su huella en la memoria y el día a día vietnamita, con deformaciones crueles y un ligero resquemor americano que todavía se aprecia en la población.

AK 47









 No quiero aburrir mas con datos históricos así que no entrare de lleno en todo lo que hemos aprendido estos días, simplemente diré que quien pase por esta ciudad debería dejarse empapar por el museo de la guerra y las sensaciones que emite la gente sobre ella.

Pero donde de verdad hemos podido imaginar lo que paso fue en los túneles de cuchi, una zona al norte de Saigón controlada por el Vietcong, pese a la proximidad con la capital controlada por los americanos y pese a ser un punto estratégico en la guerra al unir la carretera que unía Hanói con Saigón, el Vietcong mantuvo el control de la zona gracias a los túneles construidos durante la guerra francesa, que hacían imposible cualquier control americano sobre los mismos. Hemos visitado los túneles y hemos podido recorrerlos con bastante dificultad y sensación de agobio, no quiero imaginar vivir en esa situación durante años, escondiéndose de la guerra, perdiendo pueblos o puntos estratégicos de día, para por la noche salir de los túneles y recuperarlos, así durante años. El entramado bajo tierra es toda una obra de ingeniería, un hormiguero conectando cada pueblo en la zona de control y túneles que conectaban las zonas del Vietcong con las bases americanas apostadas en el exterior hacían que las incursiones fantasma y por sorpresa de los Vietcong fuera incontrolables por los americanos.
Tunel de Cu chi
Vivimos los túneles, disparamos un AK 47 de la guerra, vimos las trampas que colocaba el Vietcong en ríos, arrozales, en la selva o en sus mismos túneles, nos llegamos a poner en la piel de como debían vivir y es algo que no podría soportar, así que independientemente de la guerra y partidismos aparte, siento admiración por la capacidad de sufrimiento y lucha de esta gente.
Notre Dame




Nos marchamos de Saigón con un sentimiento agridulce pero más identificados con su gente, son pequeños estos vietnamitas, pero todo lo que tienen de pequeños lo tienen de listos y de trabajadores, de supervivientes y fuerza común. Aparte de la guerra se puede ver la ciudad, que en si es bonita por si sola. La capital de las motos como se la conoce hace honor a su apodo y los restos franceses se hacen notar en sus edificaciones y en la catedral de Notre Dame que junto con el mercado central hacen las delicias visuales y acústicas tan características de este País. Ha sido un placer ver esta ciudad y empaparse de lo que pasó de primera mano. Solo espero que jamás se vuelva a repetir una situación así, muchas veces se dice sin sentirlo, pero por una vez lo siento de forma mas intensa a como lo digo.

domingo, 8 de enero de 2012

Costa de Vietnam - Hoi An, Nha Trang y Mui Ne

Momento de recoger con una sonrisa tímida los pocos adornos navideños que quedan en casa, vamos guardándolos donde siempre, en aquel estante apartado de todo, detrás de la ropa de cama o al fondo del armario, allí donde sabemos que a finales del año los volveremos a buscar.

Este año no he tenido árbol de navidad, ni regalos esperándome a sus pies, mucho menos borrachera de fin de año ni he esperado reyes con ilusión. En cambio, la carencia de esta calidez que me aguarda cada año a miles de kilómetros de distancia de aquí ha sido compensada con creces. Mi árbol esta siendo el viaje, mi regalo de navidad las imágenes que quedaran en mi retina, mi borrachera particular la compañía con la que lo he vivido y la ilusión se ha transformado en impaciencia por mirar tras cada esquina de los lugares que recorro.

Es momento de resaca y de evaluar la celebración a continuación os relato cómo y donde lo hemos pasado.
Hoi An
Para pasar fin de año elegimos Hoi An como lugar que siempre recordaremos con cariño. Un pueblo pesquero a orillas del rio Thu Bon, con encanto especial, casas bajas, sastres en cada esquina que te hacen trajes a medida por lo que a nosotros nos cuestan unos calzoncillos de marca, salpicado todo con cierta tranquilidad y agitado con unos cuantos turistas que abarrotábamos el pueblo. Merece la pena perderse por sus calles, empaparse de sus gentes y costumbres y pecar en el consumismo y hacerse ropa a medida, yo me deje 300€ en ropa y todavía creo que me quedé corto.


Fueron días tranquilos, entre los cuales sumamos un número al contador de años de nuestra era. Lo celebramos en un resort con unos dueños singulares, con espectáculo de danza y música vietnamita y con un animador de fiesta un tanto alocado. Participamos en juegos haciendo el ridículo con una sonrisa en la boca e incluso nos toco un premio en un sorteo que nos permitió cenar al día siguiente completamente gratis. Un buffet variado, buena compañía y una cuenta atrás rara, bastante rara, tanto que cuando el animador dio el 0 en mi reloj todavía faltaban 3 minutos para las 00:00, me quede mirándolo, contando en silencio mi particular cuenta atrás, 3…2..1.. Ahora si! Feliz Año! Brindis con champan, bengalas encendidas y petición de deseo con velas flotantes sobre la piscina del resort. Todo extraño, pero sé que no se me olvidara nunca.
Gasolinera ultimo modelo
Salimos con la lluvia a remojarnos interiormente en el único local abierto a esas horas en el pueblo y lo hicimos en compañía de una pareja de argentinos que hicieron este fin de año más especial todavía. Si me lo permite el futuro, tengo una visita a Buenos Aires que hacer y si os animáis, ya sabéis donde pasaros cuando vengáis por Europa. Gracias por un fin de año diferente!

Budha sentado

          Nha Trang fue nuestro siguiente destino, nuevo año pero no vida nueva, que la anterior me esta gustando coño! Calificada por la lonely como una de las playas mas bonitas del sudeste, para ser sinceros a mi me dejo algo indiferente. Puede que hayamos tenido mala suerte o simplemente no estábamos receptivos con el lugar pero no me sorprendió más que otros lugares que ya he visitado. Montañas bordean la ciudad, con islotes emergiendo de las aguas. Un tour por las islas que contratamos con una barca local para nosotros solos nos basto para ver el paisaje. Eso si, por fin cogí una moto en Vietnam, hace unos 15 años que no conducía una moto y jamás había llevado a nadie de paquete, así que fue todo nuevo para mí. Pecando de temerario me acostumbre rápido al trafico de la ciudad y me convertí en una hormiga mas corriendo de un lado a otro. Una experiencia más que ha hecho que le coja gusto al vehículo de dos ruedas. Gracias a nuestro vehículo a motor, nos recorrimos con libertad la ciudad, viendo el famoso Buda sentado y disfrutando del aire en nuestras caras.

Mui ne - Dunas rojas
Y ahora si, Mui ne. Si alguien viene a Vietnam y no pasa por este pueblo, no tiene mi perdón por los siglos de los siglos, amen. Se ha ganado un hueco importante en mi memoria. Para dormir un resort en plena playa con piscina por 10$. Calor, mucho calor, una cierta brisa suaviza el ambiente y permite pasear por la playa sin mucha dificultad. A un lado un pueblo pesquero, llenando el paisaje marítimo con pequeñas embarcaciones, al otro lado la costa playera, arena fina, conchas y palmeras tomando el sol en las orillas. Un paisaje precioso, pero solo una pincelada en todo el cuadro que es Mui Ne. Animados por la experiencia de Nha Trang alquilamos moto y recorrimos los kilómetros por la costa. Visitamos dunas de arena roja, con el mar al fondo y el verdor de la vegetación a sus espaldas. Posteriormente y tras 23km de conducción, y sobretodo por la actuación de la providencia al seguir a un jeep cuando estábamos perdidos, llegamos a lo que en mi imaginación debía ser un oasis.
Mui ne - Dunas blancas
 En medio de dunas de arena blanca brillante y bajo un cielo azul salpicado por nubes esponjosas, palmeras verdes, plantas y un lago, hacían de aquel lugar un sitio de película, como un cuadro retocado y lleno de color. De vuelta al pueblo hicimos nuestra última parada, el arroyo del hada. Para llegar a el hay que pasar por detrás de las casas de la carretera principal y de repente te ves con las zapatillas en la mano y los pies metidos en un riachuelo arcilloso caminando rio arriba abrigado por vegetación salvaje y dunas de arena fina. Algo que de verdad tiene algo de mágico, no me extraña el nombre.
Arroyo del hada

Llegado un momento, la profundidad aumenta levemente haciendo que la mayor parte de turistas se den la vuelta, nosotros continuamos curiosos en busca de una cascada que creíamos que existía y en la mas absoluta soledad la encontramos, pudimos disfrutar nosotros solos de ese lugar y guardarlo como un tesoro.

Terminada la costa de Vietnam ahora estamos en Saigón (Ho Chi Minh), ya queda poco de este país y la verdad es que me siento extrañamente cómodo. Intentare escribir antes de pasar la frontera de Camboya. Abrazacos!!!

jueves, 5 de enero de 2012

3ª Paranoia - Ya vienen los reyes...

En que momento de nuestra vida perdemos la inocencia y la ilusión de cuando somos pequeños?

Noche de reyes, si hay algún momento concreto en la vida en la que la ilusión cobra sentido y los ojos de los niños se iluminan de esperanza y de impaciencia es este. Pero durante los años perdemos esa chispa en la mirada, esa alegría en los ojos se esfuma lentamente para dejar de tener sueños y vivir con la imaginación y pasar a ver la realidad tras un prisma de “madurez social”.

Todavía recuerdo el vaso de leche y las galletas en la mesa de la terraza de la casa de mis padres, con sumo cuidado dejaba todo preparado para que sus altezas mágicas se detuvieran de su largo viaje y degustaran con buen sabor de boca lo que para mi eran manjares celestiales. Recuerdo irme a dormir nervioso, excitado por la idea de despertarme al día siguiente y correr como alma que lleva el diablo para convertir la casa en una fiesta de confeti, arrancando y desgarrando cada envoltorio con mi nombre. Siempre tenias la sensación de no poder dormir aunque lentamente el sueño te podía y las horas se esfumaban entre los sueños.

Echo de menos esa sensación, creí haberla perdido y sinceramente creo que he estado apunto. Es durante este viaje cuando me he vuelto a encontrar con ese niño ilusionado con sus regalos nuevos, este viaje despierta en mi la esperanza de desenvolver cada día un pequeño regalo que contiene vivencias inesperadas, lugares mágicos o personas extrañas que te enseñan de la vida lo que no puedes encontrar en libros de texto. Me acuesto cada noche nervioso por lo que me deparara el día venidero y satisfecho por los regalos desenvueltos el día pasado, en mi mente cada noche les dejo a mis reyes magos particulares su vaso de leche imaginario en forma de agradecimiento por lo vivido y galletas para que sigan alimentándose de mis ganas de descubrir un regalo al día siguiente.

He encontrado la forma de volver a tener la ilusión infantil que me llena de vida, es la época donde mas felices somos y es por esa inocencia y por la ilusión con la que vemos cada detalle que nos rodea por lo que lo somos. Nunca tenemos que olvidar donde esta nuestro niño interior y pese que a veces nos embadurnamos demasiado con la “madurez” que nos dicta la sociedad, no olvidéis que dentro de vosotros sigue estando ese niño ansioso por desenvolver un regalo. Solo tenéis que despojaros de los miedos e incredulidades y empezar otra vez a creer, yo lo he vuelto a hacer y espero la visita de los reyes magos esta noche, he sido bueno y espero un buen regalo.

Vosotros habéis sido buenos? Dulces sueños!
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